NUESTRA HISTORIA
NUESTRA HISTORIA
En el año 2007, un sueño comenzó a germinar en el corazón de Tequila, Jalisco, cuando Carlos Miguel González, un hombre con una voluntad inquebrantable, decidió dar vida a su visión. Proveniente de la disciplina y firmeza de la milicia, donde aprendió que los pasos seguros y calculados conducen al éxito, Carlos encontró en el tequila una nueva misión: crear una fábrica que honrara tanto las tradiciones centenarias como la innovación, manteniendo el espíritu de la bebida emblemática de México.
La historia de Hacienda Casa González comienza con la compra de un terreno en las afueras de Tequila, en una pequeña barranca rodeada de paisajes agaveros. Con su determinación, Carlos construyó una fábrica de tequila artesanal que fue creciendo no solo en espacio, sino también en visión. En tan solo dieciocho meses, la estructura completa de la fábrica estaba en pie, incluyendo la tanquería, el corazón de la producción.
Sin embargo, lo más desafiante no fue construir los muros, sino cumplir con los rigurosos requisitos de la Norma Oficial Mexicana. Durante dos años de arduo trabajo, alegatos y regulaciones, Carlos y su equipo no se rindieron, y finalmente lograron obtener su Certificado de Registro de Tequila (CRT) bajo el número 1638, marcando así el comienzo de un nuevo capítulo; Con denominación de Origen.
Con la fábrica en marcha, Hacienda Casa González se convirtió en un espacio donde la tradición y la modernidad se entrelazan en perfecto equilibrio. Aquí, las técnicas se hacen de corazón, para preservar la esencia; mientras se integran innovaciones para garantizar que cada botella mantenga una calidad impecable sin sacrificar autenticidad.
Cada sorbo es el reflejo del compromiso y la pasión que se destila en cada gota.
La primera marca en nacer bajo el techo de la Hacienda fue Grand Komander, un tequila que personifica el carácter firme y decidido de su creador. Que nació para ser exclusivamente a tequilas añejos y extra añejos, Grand Komander es un tributo a aquellos que, como Carlos, creen que los pasos firmes conducen al éxito.
Este tequila, con su sabor atrevido y robusto, está diseñado para quienes buscan algo más que una simple bebida: buscan una experiencia.
Hoy, Hacienda Casa González es un legado de pasión, tradición y perseverancia. Desde su pequeña fábrica en las afueras de Tequila, Carlos y su equipo continúan creando tequilas que encapsulan el alma de México. Cada botella que sale de la Hacienda lleva consigo una historia, un trozo de las raíces mexicanas y el sabor audaz de una misión cumplida.
"Aquel que comanda su vida, llega a donde quiere estar."
Con esa filosofía, Hacienda Casa González no solo produce tequila, destila sueños y tradiciones mexicanas, compartiendo con el mundo un pedazo del espíritu que nace en el corazón de Jalisco.
EL TEQUILA
Todo inicia desde el suelo, el suelo que sostiene esa planta emblemática de nuestro lindo Jalisco. Orgullosa, la más famosa de las agaváceas; El Agave tequilana Weber var. Azul es la única que se puede usar para hacer Tequila.
Tiene que pasar entre 4 y 7 años para estar lista para su cosecha, la edad a la que se haga dependerá del empeño y amor del agricultor, y de los sabores que busca el maestro Tequilero.
Durante estos años, el agave tendrá que acumular azucares, los cuales se transformaran en el alcohol que necesitamos para esta bebida tan famosa.
Le llamamos “jima” a la cosecha del agave, donde quitamos las hojas suculentas que caracterizan a esta planta, para dejar la base o “piña” como le decimos.
La “piña” tiene que cocerse para que saque lo dulce.
El cocer tiene su ciencia y existen tres maneras:
En Horno, Una de las más viejas y que a pesar de durar varias horas, es la que lleva más corazón y cuidado.
En Autoclave, donde el proceso se hace a presión en un contenedor de acero inoxidable, un proceso mas veloz, y que deja sabores diferentes al horno. Siendo un proceso más eficiente, lo podríamos comparar con el de la olla exprés.
En Difusor, el proceso mas eficiente y modernizado de los tres, dejando unos sabores muy característicos. Sin embargo, pocas fabricas cuentan con él, ya que es muy industrializado.
Hacienda Casa González utiliza Horno y Autoclave, logrando tener lo mejor de los dos tipos de cocimiento y así encontrar diferentes perfiles de Tequila y sorprender con su sabor característico.
Molienda y fermentación.
Se dice que hay que saber sacarle jugo a las cosas, y en este caso no es la excepción. Para sacarle provecho al agave, debemos convertirlo en jugo, destrozando la “piña” y exprimiéndola para obtener un jugo rico de azucares.
Este jugo deberá pasar a tanques de acero inoxidable para iniciar el proceso de Fermentación.
La fermentación es cuando microorganismos convierten los azucares obtenidos a alcoholes.
El microorganismo encargado del proceso es un pequeño hongo, llamado Levadura. Un dato curioso es que estos pequeños no necesitan oxigeno en su proceso de alimentación y multiplicación, de este proceso obtendremos los preciados alcoholes. Y entonces nace el llamado MOSTO que es el jugo ya fermentado.
¡Y estamos listos para empezar la Destilación!
Destilación.
Aquí es donde el Maestro Tequilero sale a lucir y destila de corazón.
El mosto pasa por la primera destilación, quiere decir que hierbe y que el vapor se decanta para obtener el primer paso hacia el tequila; un ordinario.
Pasaremos este Ordinario por el mismo proceso para llamarla, la segunda destilación, y obtener el preciado liquido a 55° grados volumen alcohol.
Importante saber que la destilación se divide en 3 partes: cabezas, corazón y colas.
Las cabezas, es el primer líquido que saldrá en la destilación y contienen alcoholes volátiles y otros no deseados.
El CORAZON, el mero puritito TEQUILA.
Las colas, es el líquido obtenido al final de la destilación y que contiene agua, grasas y aceites esenciales provenientes del agave.
El detalle estará en saber que tanto abres o cierras la destilación para obtener un tequila con carácter, cuerpo y buen sabor. Aquí el Maestro tequilero da su última firma al producto para obtener el sabor característico de cada casa Tequilera.
Aquí es donde Nace el Tequila Blanco.
Maduración.
Donde el Tequila Blanco se transforma.
Para diferentes paladares, existen diferentes maduraciones dependiendo del tipo de madera de la barrica y del tiempo que permanece el tequila en ellas.
Antes de hablar del Reposado encontramos un tequila que es un secreto a voces, Técnicamente lo llamaríamos: Tequila Joven, ya que no llega a los 2 meses en barrica, pero que logramos impregnar de sabores y olores nuevos dependiendo de los cuidados y atenciones. En Hacienda Casa González, nuestro Tequila Joven es Rosa, la razón; Reposado en barricas de Vino Tinto.
De sabores dulces, destacando el toque a madera. Y de un color claro, encontramos los Reposados, que son aquellos que pueden estar en la barrica de 2 a 11 meses en la barrica. El tiempo dependerá de los sabores que se quieran destacar.
Los reposados son ideales para la coctelería, por las notas aromáticas y sabores dulces donde destacan: agave cocido, vainilla y madera.
A partir de 1 año de maduración les llamaremos Añejos, que son más amaderados y amargos, de un tono más obscuro, destacando el tipo de madera, ya sea francesa o americana.
Al llegar a los 3 años en barrica obtendremos el famoso Extra Añejo, color obscuro y sabores profundos, llegando a un dulce y amargo que combinan perfectamente.
Añejos y Extra Añejos la recomendación de la casa, es degustarlos solos, disfrutando gota a gota los años y esfuerzo que conlleva llegar a este resultado.
En Hacienda Casa González, nuestro orgullo es nuestro Tequila Premium Extra Añejo GRAND KOMANDER te invitamos a disfrutar de sus sabores, una copa a la vez.
Cristalino.
Aquí es una cosa aparte, es para aquel que le gusta algo suave y dulce al paladar.
En grandes rasgos: Para este Tequila, necesitan pasar entre 10 y 12 años.
Desde su crecimiento en campo donde se seleccionan las mejores plantas con mejor dulzor y mayor edad, su proceso en fabrica para convertirse en Tequila Blanco y llegar hasta los 5 años (o más) de Maduración en Barrica.
Así como lo lees, es un Tequila Blanco convertido a Extra Añejo.
¿Pero porque es un liquido Transparente a la vista?
Resulta ser, que hace falta mencionar un paso más en el proceso: Filtración.
El filtrar el Tequila Extra Añejo hace que pierda sus colores, pero perduran y transforman esos sabores profundos amaderados para dar como resultado ese liquido Cristalino, suave y dulce de sabor a agave, y algo más.